martes, 31 de enero de 2012

Último martes que trabajo este año antes de marchar. Por lo que veo, la rotonda que están haciendo al lado de las oficinas está casi terminada. Desgraciadamente, el proyecto en el que trabajo no tanto, se están demorando las pruebas del usuario y estamos avanzando en estadios posteriores del proyecto para no estar parados. A ver si se consigue arrancar sin mucho más retraso y se puede abordar el siguiente hito.

Mientras, como no me voy a meter en nada nuevo en el trabajo, estoy aprovechando para recopilar un poco de software para el móvil, un programa para guardar los paseos usando el GPS, por ejemplo. No me voy a llevar la bici pero tengo la sana intención de empezar correr, patinar y andar. A ver en qué se quedan los propósitos.

La verdad, pensando en todo lo que quería ir preparando para llevarme veo que está más o menos como cuando empecé a pensarlo; no he avanzado nada. Pero me queda hasta el domingo. Me veo el domingo a última hora recopialando software. Y hablando del tiempo, parece que este jueves y viernes van a caer nieves en Bilbao. Ojalá, sería interesante una buena nevada invernal después de tantos años sin gozarla. A ver si acierta el tiempo de Google, Maldonado en su web no dice tanto.

Preparando los bultos

Menos mal que finalemente he dejado los bultos, he ido a toda leche después de clase de guitarra porque el profe nos ha soltado un poco tarde. Ahora estoy sin mis juguetes, espero que no paren en la aduana y tenga que dar explicaciones a la autoridad local.

Mientras, en Sao Paulo, mi señora esposa ha estado viendo pisos y según parece, ha encontrado el mejor hasta ahora. Tiene hasta gimnasio y eso es un valor muy importante. Hoy me ha contado que ha preguntado el precio del que hay en un Carrefour de Sao Paulo y son 560 reales al mes. ¡240 euracos al cambio!

Otra cosa que me ha contado es que hay un cine que te pone películas por 60 reales, te tumban y te dan champagne. Creo que voy a ver muchas cosas extravangantes en Brasil. ¡Muito legal!


Después de currar tranquilamente, con una reunión interesante voy a casa con la sana intención de enviar los bultos que había estado preparando ayer pero al final no los he podido enviar. Parece que las otras enviadas están paradas en Foronda porque falta algún papel. Ya me ha dicho cual, una factura proforma, así que creo que mañana las mandaré. A ver si saco hueco después de clase de guitarra y antes de las 22:00.

domingo, 29 de enero de 2012

Ahora a mí me faltan 7 días para volar hacia allí. En 5 días dejo el trabajo y comienza mi periodo sabático más largo desde que empecé a trabajar hace ya 13 años. En realidad algo haré, primero aprender portugués que espero me sirva para poder acceder al mercado laboral y también para moverme por la ciudad e ir descubriéndola. Poco a poco, por ahora no estoy allí, cuando esté ya iré contando los planes y lo que descubro.

Mientras tanto sigo preparando los bultos que tengo que enviar. El jueves ya llevé dos bultos para que le lleguen a mi novia. Ella ya está allí desde hace unos días. Ha ido de avanzadilla para ir buscando piso y porque tenía que trabajar. Yo voy un par de semanas más tarde y así voy enviando cosillas y no tengo que vivir en hotel, que puede ser agobiante.

Ya he embalado una caja en la que va algo de ropa de verano, mi monitor de ordenador y una de las guitarras (desmontada y bien protegida, por supuesto).

Ahora estoy con otra caja en la que meteré calzado y cables y herramientas, mañana las llevaré para que las vayan acercando a Brasil y, a ver si para el lunes que viene están allí y tengo todo lo necesario para sobrevivir en mi poder.

sábado, 28 de enero de 2012

Antecedentes históricos.

Somos seres sedentarios, ya no somos nómadas. Hace tiempo dejamos la búsqueda de la caza y nos asentamos en urbes donde se tiene todo cerca y donde nos fuimos especializando en tareas. Estos pueblos se llenaron de gente que abandonaba el campo  para dedicarse a la industria y los servicios y se fueron haciendo cada vez más grandes. Pero la industria y los servicios hicieron a la gente moverse en busca de nuevas oportunidades, mejores sueldos o, simplemente, tener la posibilidad de sobrevivir.
En una de esta oportunidades me vi en vuelto hace unos meses, a mi novia le ofrecieron un puesto en Brasil, en Sao Paulo concretamente, y, tras analizarlo  con mucho detenimiento decidimos ir a jugar. ¡Todavía somos jóvenes y hay oportunidades que no hay que dejar pasar!