viernes, 25 de octubre de 2013

Y llegamos a Buenos Aires

Después del fracaso del primer intento, un mes después lo volvimos a intentar y lo conseguimos. ¡Turkish Airlines nos llevó con éxito a la capital de Argentina! Nos medio reconciliamos con ellos.

Especias en cafeteria
La llegada a la ciudad después de estar por Sao Paulo es como entrar en Madrid, es otro mundo así que mientras íbamos llegando en el bus al hotel desde el aeropuerto, mirábamos encantados cómo la gente paseaba tranquila por la calle de noche, como los portales no están vigilados por porteros del edificio y cómo ni siquiera están vallados.


Los desayunos que nos metimos en cafeterías típicas fueron estupendos, un café bueno y un montón de mediaslunas que nos llenaron la tripa para una jornada de sábado de visita a la ciudad, al cementerio de Evita Perón (no es que sea de ella, pero ahí la tienen enterrada), a una caseta de cambio real-peso que nos hizo ver los precios argentinos aún con más interés por el buen cambio conseguido, una gran comida en puerto madero a precio de casi risa, paseo por la plaza de Mayo, el palacio rosado y un show de tango típico para turistas.

Arte de cementerio
El sábado estuvo bien aprovechado, incluso degustamos alfajores, aunque la compra masiva la dejamos para el domingo que fue un día más tranquilo aunque también intentamos aprovecharlo esta vez yendo a pasear por Caminito, después en bus a Palermo y comer por ahí, a un precio que era la mitad que en Puerto Madero pero con una calidad excelente.

La verdad que pisar Buenos Aires merece la pena, para hacer unas compras y para disfrutar de un ambiente muy diferente, otro tipo de civilización. Volveremos en 2014, seguro.


En el cementerio de Recoleta

Una de pies

Los 5 en Puerto Madero

¿Y todo esto me lo he bebido yo?

Puerto Madero

Puerto Madero

Estos turistas....

Reivindicaciones en la plaza de Mayo

El monolito, petroglifo, menhir u obelisco.

Casa Rosada. Será por el color.


Iglesia ortodoxa rusa de la Santísima Trinidad

En la esquina de Caminito

Olorosa ría en Caminito

De cafés en Palermo

Uhmmmmm

Los 5 y un fotógrafo en Caminito




viernes, 6 de septiembre de 2013

A Buenos Aires. Lo que pudo ser.

Recuerdo de Sao Paulo
Casualmente el fin de semana que Tokio se llevó la gloria olímpica en Buenos Aires, nosotros teníamos que estar allí. No en la ceremonia pero sí en la ciudad, teníamos viaje comprado desde hacía muchos meses. Pero se torció la historia.

Eso sí, llegamos muy bien al aeropuerto, saliendo con algo de margen no pillamos los atascos infinitos de la marginal Tieté al aeropuerto de Guarulhos. Llegamos y comimos pollo en el aeropuerto. Pasamos los controles y llegamos a la puerta de embarque, nos hicimos unas fotos en esas máquinas que te hacen una foto de recuerdo de algún sitio y esperamos a nuestro avión.
El avión llegó, se bajaron los que venían de Estambul (sí, ahora resulta que estamos uniendo también la candidatura olímpica Turca) y nos dijeron que tardarían un poco en embarcarnos por labores de limpieza y mantenimiento, que el avión había llegado un poco más tarde de lo previsto. Nada fuera de lo habitual.
Media hora más tarde nos embarcaron, nos acomodamos en nuestros asientos y esperamos... dos horas y media, con informaciones mínimas de lo que allí pasaba. Que había un problema en una rueda y la tenían que cambiar, que nos darían información cada 20 minutos.... allí nos fuimos al "bar" del avión hasta que nos echaron, cansados de nosotros o también conscientes de que íbamos a salir del avión. Primero en turco dijeron que pillásemos las maletas y saliéramos a esperar fuera, un rato después en inglés lo mismo. Menos mal que ya teníamos el ojo echado a dos que sabían turco y entre eso y dos palabras que habíamos aprendido en las 2 horas y media de sentada, pudimos averiguar que algo no iba bien.

Salimos del avión y allí estuvimos como dos horas más, esperando sin saber nada. Por suerte nos dieron unas bolsas de patatas y unas bebidas porque ya el pollo se había diluido en nuestro organismo y estábamos famélicos.

Volvimos a embarcar con algo de esperanza, y claro, con poca esperanza la desilusión es menor y por ellos no fue un jarro de agua fría cuando 90 minutos después, es turco exclusivamente, dijeron que el vuelo estaba cancelado, que pilláramos las maletas, saliéramos y siguiéramos a un pollo de la compañía aérea.

La gente que no hablaba turco se quedó en el avión y ya conseguimos que dieran los avisos en inglés después de que su pusieron gallos diciendo que aquel avión es turco y no tenían porqué hablar en inglés.

En fín, que seguimos al pollo y nos quedamos en la salida de la aduana para el sellado de entrada en el pais. 40 minutos más perdidos esperando que llegaran dos policías federales para autorizar la entrada... los habríamos pillado durmiendo porque creo que al final no llegaron. Conseguimos los sellos después de insistir mucho.
La última cola, en el sorteo.
De ahí a la oficina de Turkish en Guarulhos, uno de nosotros de avanzadilla consiguió localizar el local que estaba escondidísimo y sin indicaciones. El resto dimos vueltas y preguntamos y nada... hasta que un funcionario del aeropuerto nos acompañó. Y menos mal.
Ahí una nueva cola y una nueva espera donde volvimos a ver la desorganización más impresentable. Los de la aerolínea no sabían que hacer. Primero que nos recolocaban según orden de llegada, estábamos dentro del primer paquete de recolocados, solo 9 personas y estábamos ahí. Nos pillaron los nombres. Pero solo fue para pasar el rato.
Llegó más gente a la cola, salió la que era abogada que había llegado tarde y se puso a organizar y pedir los billetes a los que venían de Turquía.
Llegó la chachona brasileña y para entrar con buen pie porque le costó encontrar el lugar, se puso a decir que ella era brasileña y que tenía los mismos derechos o más que cualquier otro de otro país. Todo lamentable. La fila se estiraba, encogía, engordaba, alargaba y allí lo único que pasaba es que cada vez llegaba más gente. Ancianos y cojos incluidos.

Nos volvemos a casa
Cuando se volvió ingobernable aquello nos movieron a otra cola en facturación de equipajes donde por lo menos había aire que respirar. Allí nos enteramos que los business ya habían sido recolocados y enviados en un vuelo a Buenos Aires. Ahora comenzaron a llamar a gente para darles otra recolocación, eran casi las 2 de la mañana, decidimos volvernos a casa, desistir.


Bueno, todos menos el miembro más joven de nuestra expedición que consiguió un vuelo a las 7 am gracias a que se hizo amigo de un cojo que estaba dos veces en la lista. Pero eso ya es otra historia, una historia ajena de la que no me corresponde apropiarme.

Ahora lo que tenemos es la esperanza de conseguir que nos den unos vuelos a mediados de Octubre y consigamos llegar a Buenos Aires.

Eso sí, para quitarnos el mal sabor de boca, el sábado nos fuimos a comer a "Estación Sur", un restaurante argentino donde nos pusimos tibios a carnaza rica. Hasta morcilla de verduras tenían.
Durante la comida es cuando nos enteramos de que no iba a haber Madrid 2020. De la relaxing cup of café con leche nos enteraríamos más tarde, si no, no habríamos podido degustar la comida.
Parrilla Argentina para 4 

viernes, 2 de agosto de 2013

Brasilia

La parte "noble" vista desde la torre de TV.
No podiamos dejar de visitar la capital de Brasil, una ciudad artificial erigida en medio de ningún sitio para hacer de ella el centro administrativo y judical en detrimento de Rio de Janeiro.
Brasilia es una ciudad diseñada con escuadra y cartabón en copia y pega de calles y edificios con una misma configuración a los lados del centro ministerial donde está el palacio de la presidencia, de asuntos exteriores, los ministerios, el parlamento,... es decir, donde está la mayor concentración de funcionarios por metro cuadrado del mundo, me atrevería a decir.

A pesar de tanto funcionario, visitar Brasilia merece mucho la pena, da la impresión de ser una ciudad diferente, los edificios no están protegidos del mundo exterior por barreras físicas que impiden el acceso a los mismos, el aire de seguridad aparente es mucho mayor que en Sao Paulo o Río. Aunque, una vez más, no es una ciudad para peatones.  El fin de semana que estuvimos estaba vacía, imagino que todos los fines de semana son así, los funcionarios dejan la ciudad por sus lugares de residencia y la parte monumental queda bastante desangelada, muy tranquila para pasearla y visitarla. Contar los edificios de los ministerios que se levantan como fichas de dominó gigantes y que dan la impresión de que si empujas uno, caen todos seguidos.

Mención especial, de todo lo visitado, a la catedral. Una construcción de Niemeyer que deja con la boca abierta desde fuera y mucho más desde dentro. Una catedral de luz y colores en un espacio interior luminoso y sereno con una réplica exacta de la Piedad de Miguel Ángel.


La Catedral. Las campanas donadas por España.
Espacio interior de la Catedral


Don Bosco
Pero un buen premio se llevaría también la iglesia de Don Bosco, no tan famosa por quedar apartada del centro y de los circuitos turísticos más comunes. Por fuera no es muy llamativa pero por dentro, otra vez las cristaleras azules envuelven y tranquilizan la vista y llevan a una sensación de paz muy agradable. Desde aquí agradecimiento eterno a Davinia por habernos llevado hasta allí. No solo por eso, el restaurante chino al que fuimos después también nos gustó mucho. Una gran anfitriona a la que esperamos devolver el favor cuando venga a Sao Paulo.





Visita gastronómica por Brasilia.

Sí, podemos decir que pasamos más tiempo comiendo que haciendo cualquier otra cosa allí.

Atùn del Soho
Comenzamos en un japonés llamado Soho que nos dejó estupefactos, gran culpa la tiene el camarero que nos atendió que nos indicó con gran acierto lo que fue nuestra cena. Un restaurante de gran catergoría y precio pero que nos dejó con un sabor de boca espectacular.




El desayuno
Desayunado en un restaurante francés, en el Daniel Briand, un desayuno francés a base de pan, croissant, napolitana, queso, mermelada, mantequilla, fruta, café... Impresionante. Las dos mañanas desyunamos allí y le dedicamos no menos de dos horas cada una de ellas. Al final nos levantábamos casi a la hora de comer, pero es que teníamos que ver algo más de Brasilia.



Desde la Devassa

Visita a una Devassa, viendo atardecer sobre el lago sur, este restaurante o petisqueria no se diferencia mucho de otros, con la misma carta su diferencial son las vistas.






El restaurante Chino del último día, el más antiguo de Brasilia, donde los camareros son los que inaguraron el local y, creedme, parece que de eso hace ya mucho tiempo.

Y mucho más, visitad Brasilia si teneis oportunidad, no desmerece en absoluto. Es la gran desconocida por lo brasileños, más dados a la playa en sus escapadas de fin de semana.


Hooooola
La Torre de TV nos vigila

El congreso y el senado

Al fondo, algunos ministerios







martes, 30 de julio de 2013

Midori

Parte del menú degustación
Como ahora mismo estoy un poco que no se qué hacer, voy a recomendar un restaurante japonés que se ha convertido en nuestro favorito de los sábados ya que tiene una relación calidad precio excepcional:  El Midori, situado en Melo Alves, 343 de Sao Paulo, ofrece dos opciones principalmente, rodicio o menú degustación a un precio muy comedido: El menú la última vez estaba a R$33, bebercios y servicio a parte, el rodicio un poco más, R$42 y te pones fino porque rodicio es precisamente eso, no se te ha acabado la comida del plato y ya tienes más hasta que decides parar o reventar.

El menú degustación está compuesto por unos entrantes a base de pepino fino, una sopa, fritos y tempuras varias, temaki, una rueda de sushi y sashimi y postre.
El rodicio tiene lo mismo pero todas las veces que quieras. Imagino que también tiene carta pero nunca hemos pedido nada especial.

Como en todos los restaurantes, al ir a pagar te incluyen un 10% de servicio que no es obligatorio pero queda feo si no lo pagas. Aquí, en el Midori no se le pone pegas porque son amables y ofrecen un servicio bastante atento.

La única pega que le pongo al restaurante es que los palillos no están demasiado pulidos y me dan dentera pero han mejorado el proveedor porque hace unos meses era mucho peor.

A comer!


sábado, 20 de julio de 2013

El Exquisito

Una de las mejores cosas que tiene Sao Paulo es la gran variedad de restaurante que hay y no solo por el número de lanchonetes que tiene, que también. Hay restaurantes al gusto de cada nacionalidad, y sin salir de la ciudad.

El Exquisito es un restaurante Peruano en la calle Bela Cintra. Perú es un país que además de Machu Picchu, tiene una gastronomía excelente, de las mejores del mundo. Y una especie de coca cola local de color amarillo que no he tenido el gusto de conocer.
Volviendo al grano, el Exquisito es un local bien grande con una ambientación curiosa, con las paredes pintadas y encarteladas que le dan un aire desenfadado y hasta un poco cutre en algún momento pero no desentona. O no lo se, que no he estado en Perú y no se cómo son los restaurante allí. Lo que si puedo comentar es que he estado tres veces y la comida es excelente, comenzando con el inevitable ceviche para chuparse los dedos hasta las falanges, un lomito en tiras con verduras también que es buenísimo y unas empanadas bolivianas bastante dignas. Todo se puede acompañar con bebercios varios desde zumos hasta licores y combinados. Recomendable el mojito con hierbabuena.
Ah, y nada de olvidar reservar que la anteúltima vez nos dieron 20 minutos de espera y acabamos de pié 1 hora y media viendo al mundo alimentarse.

domingo, 7 de julio de 2013

Pedra Azul II

Bajando por la pared
Sin que sirva de precedente, por petición popular de una persona que pide que muestre fotos de la escalada en roca, amplío un poco la experiencia en Piedra Azul.

A saber, la subida por una pared de roca con una inclinación de 45 grados que a la subida se puede hacer pesada pero con la cuerda te ayudas bien, a la bajada se torna un poco más complicada porque ves todo el golpe que te puedes dar como resbales y no agarres la cuerda. Aquí damos tres puntos a los 3 chavales que se colaron en el parque nacional protegido y tuvieron que volver con nosotros antes de ser detenidos por la autoridad competente del lugar. Ellos bajaron con chancletas. Como buenos brasileños, unas chancletas havainas visten mucho y son muy adecuadas para cualquier situación.




Y unas imágenes para apreciar los paisajes y demás de Piedra Azul y sus alrededores:



Las piscinas naturales


Los expertos jinetes en sus caballos de fiordo

Vista del paraje natural
Wanted!!

sábado, 6 de julio de 2013

Una de Pedra Azul

Piedra Azul desde la posada

Después de leer un reportaje en una revista de avión sobre una región en el estado de Espíritu Santo, llamada Pedra Azul, nos vimos seducidos por el paisaje y nos propusimos visitarlo a la menor oportunidad tal es así que después de nuestra vuelta de España encadenamos un puente en Brasil que aprovechamos para lanzarnos a conocerla.

Volamos a Vitória, no Gasteiz sino la capital de Espíritu Santo, de ahí con un coche de alquiler nos metimos una hora de viaje para llegar a nuestra posada. Posadón me atrevería a decir. Unas vistas maravillosas, un cuarto estupendo, aunque las camas con topes en los pies me revientan el descanso, y un memorable desayuno degustación más buffet.

La habitación de la posada
Lo del desayuno es memorable, el buffet es completísimo, quesos, frutas, mermeladas, panes, pasteles… y si eso no es suficiente hay una sucesión de delicatesen que van sacando para que no te quedes con hambre. Cualquier cosa que pueda decir del desayuno se me va a quedar corta, mejore ir un día, hacer noche y darse el gusto en la Pousada Rabo do Lagarto.

El lugar es ideal para el descanso, con diversos lugares en los que pararse a leer y disfrutar de las vistas.
Las actividades que ofrece la región son varias, principalmente de turismo de aventura y gastronómicas.

Piedra Azul desde otro ángulo
El deporte aventurero es principalmente para admirar los paisajes bien sea a pie (por unas pistas en grupo organizado) hasta unas piscinas naturales en roca y unos paseos a caballo. Los caballos son de raza noruega, acostumbrados al frío. Ya había oído yo que los caballos sudan pero estas bestias sometidas a cuestas y a calor a un ritmo lento desprenden sudor de forma bien visible. Pero son nobles y simpáticos así que se lo perdonamos todo.

El turismo gastronómico gira en torno a productos naturales que producen en la región, nosotros fuimos a la casa del palmito a hacer degustación de las diversas especies y hacer un poco de gasto que también hay que dejar algo en la región para que prospere.
Vitoria

A la vuelta nos pasamos un rato por Vitoria para conocer sus playas pero de tanto que jarreaba nos quedamos con las ganas aunque las que vimos nos dejaron un buen sabor de boca.