viernes, 17 de agosto de 2012

Florianópolis

Acceso al mercado Floripo
Todo lo que digan (bueno) de esta ciudad se queda corto. Enclavada en un entorno precioso, el acceso a la ciudad obliga a llegar a una isla que es donde se encuentra.
Floripa es una ciudad elegante, limpia, cómoda y segura que da para largos paseos al lado del agua. No es una ciudad grande (un poco mayor que Bilbao, que es tan pequeño que no cabe en el mapa) pero tiene de todo lo que se pueda buscar.
Estando e aquí nos fuimos a ver las playas que la rodean, nos dimos una vuelta por la isla y vimos dunas donde se practica el sand boarding, deporte que consiste en esquiar sobre arena, visitamos playas, la laguna de la Concepción, donde, comimos la secuencia de camarones mirándola.

Estuvimos en el hotel Cecontur, céntrico a más no poder. Nos dieron una habitación grande y limpia, muy digna pero con una cama para hobbits. En recepción nos dijeron que todas eran así pero afortunadamente se equivocaron y encontraron una habitación con cama de tamaño humano en un piso más abajo. Para remarcar del hotel es que tenía 3 ascensores (uno era del servicio) para lo que eran 15 pisos y tropocientas habitaciones por piso, resultado el viaje en ascensor podía demorarse muchísimo, más teniendo en cuenta que el desayuno era en el último piso. Pero una vez sabido esto, con planificar los viajes en ascensor y salir con tiempo era más que suficiente. La pega principal del hotel es que, a causa de su altura y del mal aislamiento acústico de las ventanas, parecía que siempre estábamos en medio de un huracán. Como somos muy agudos, descubrimos que abriendo la ventana 1,5 centímetros, el ruido desaparecía y no tuvimos problema para descansar. Por lo demás, el hotel óptimo. El desayuno muy completo aunque (pega menor), la tostadora no funcionaba y creo que contamos hasta 7 empleados del hotel intentando encontrar la solución para arreglarla in-situ. Podrían haberse llevado la tostadora a la zona de reparaciones pero se ve que no se estila. Al día siguiente la tostadora seguía sin funcionar pero, como he dicho, el desayuno era más que digno y completo y se pudo sustituir la tostada de pan con mantequilla por otras cosas.

Ya estando en la isla de Floripa, fuimos hasta Riberao da Ilha, un pueblo bien bonito que dicen que se parece a los pueblos de las Azores donde viven de las ostras. Nunca hemos estado en las Azores así que en este aspecto no nos vamos a pronunciar pero el pueblo nos pareció muy tranquilo, muy pescador y muy agradable. La calle principal tenía unas bonitas fachadas pintadas de colores con muy buen gusto. Podéis apreciarlo en las fotos incluidas aquí.

Playa en Riberao da Ilha
Casas coloreadas en Riberao da Ilha


Aprovechamos también para bajar un poco de Floripa e ir a ver ballenas que, ahora en invierno, vienen aquí a que sus criaturas crezcan. El día era bastante ventosos y costó bastante tomar la decisión de si se iba a hacer la visita o no. De hecho, tardaron 4 horas y por allí estuvimos esperando. Aprovechando para ver más playas y los entornos. Todos estupendos de la muerte.
Muestra de ballena Austral
Al final fuimos a hacer la visita ballenera y, llegar al barco ya fue una aventura. Nos montaron en una zodiac sobre un mar emfurecido y nos llevaron saltando olas hasta el barco donde lo abordamos. Sí, lo abordamos saltando por la borda, agarrándonos donde podíamos, luchando como bravos y encallecidos marineros contra una tormenta tropical. Afortunadamente nadie murió y vimos ballenas australes, las que ya conocíamos de Argentina, las muy simpáticas salieron a saludarnos mostrando sus morros. Lo peor del viaje en el barco es que acabamos todos muy mareados, demasiado para ser bueno para el estómago así que algunos grumetes decidieron dar de comer a los peces con lo que ya habían ingerido antes de subir al barco.

Poco más hicimos por aquí, pasear por la ciudad antes de volver al aeropuerto y devolver el coche que nos había acompañado en nuestro pasear. Además nos llevamos una sorpresa, nos regalaron un día porque alquilándolo 7 días regalaban uno. Uniéndolo al hecho de que la empresa con la que lo alquilamos, Movida, era mucho  más barato que Localiza, estábamos más contentos que unas castañuelas.

jueves, 16 de agosto de 2012

La playa: Bombas y Bombinhas

Después de los ajetreos correspondientes por las grandes ciudades, nos fuimos a la playa a descansar el máximo posible. El lugar elegido son las playas de Santa Catarina, más concretamente, Bombinhas. Toda esa zona es especialmente bonita, unas playas espectaculares de limpia arena blanca y fina. Ideales para el buceo, el surf, nada o, simplemente, pasear por la playa y comer pescaíto frito rico y barato.
Playa de Bombinhas
Can de playa en pleno bostezo
Llegamos a la noche tras recorrer un montón de kilómetros por carreteras no muy buenas en las que hay más badenes que asfalto pero bueno, eso le da también un toque de tranquilidad ya que no se puede correr mucho con el coche. Lo que decía, llegamos a la posada Caminho do Mar a la noche, toda la posada para nosotros. Se notaba la temporada baja y, aunque no lo veíamos, sabíamos que el mar estaba ahí, rodeándonos.


De este modo nos despertamos al día siguiente, viendo la bahía desde el balcón de la habitación, y desde la terraza desde donde desayunamos. Una delicia, por cierto. El desayuno era espectacular, rico café, ricos bollos, bizcochos, panes, frutas, mermeladas... Se hacía bueno el dicho de que el desayuno es la comida más importante del día, nos podíamos haber pasado los tres días que estuvimos en la posada desayunando pero teníamos otras cosas que hacer esos días tales como:
Aldea de pescadores
Visitar playas, y vaya si las visitamos. Largas playas solitarias, con pescadores y dos o tres turistas despistados que no se habían dado cuenta de que estos días son laborables.
Restaurantes. Maravilla de comida a ras de mar, barata y sabrosona. Peixe frito, secuencia de camarones.
En Bombnhas fuimos a un restaurante a darnos el homenaje de peces recién pescados y nos metimos una calderada de mariscos y después una anchova (que no anchoa, que es otro pez diferente) que nos dejaron entusiasmados. Cuando pedimos pensamos solo que iba a ser la calderada de marisco, que era más que digna para alimentar a dos personas. La acabamos y pedimos café porque estábamos con prisa, pero el camarero nos comentó que aún faltaba el pez. ¡Rediós! Dichoso animal marítimo, qué gusto conocerlo y más comerlo. Con sus acompañamientos de salsas, patatas y demás. Una delicia a precio de risa. Además nos obsequiaron con una sopa de pescado antes, una degustación de cremas con pan y unas bolitas de pescado que estaban muy ricas. Desde estas líneas recomendamos el Restaurante César de Bombinhas. Si os pasáis por ahí no dejéis de visitarlo.
Paseo en buggy. Como no teníamos paseo en barco, fuimos a que nos pasearan en buggy. No estuvo mal, el guía bien majo y nos llevó a más playas todavía. Porque otra cosa no, pero playas... haberlas haylas, y ni hace falta buscarlas.
Blumenau
Visita a Blumenau. Cogimos el coche y  nos acercamos a este pueblo, el más alemán que hay en Brasil. Bonito pero no te da la impresión de que sea Brasil, es más europeo que otra cosa. Tienen hasta su más celebre fiesta posible. Imposible de adivinar. Bueno, sí. El oktoberfest. No podía ser de otra manera.

De vuelta a nuestra posada nos pasamos por Brusque donde no hay otra cosa más que grandes centros de venta de ropas. Infinidad de centros comerciales porque esta región es una región de grandes productores de productos textiles y así le dan salida. Entramos en uno y son cientos de lonjas donde venden género de todos los tipos, para hombre, mujer, niños y, rascando un poco, seguro que también para animales de compañia.

Y poco más hicimos. En realidad bastante hicimos. El último día, por la tarde nos fuimos para Florianópolis, alias Floripa, para terminar nuestras vacaciones.


domingo, 12 de agosto de 2012

Sao Paulo -> Florianopolis -> Joinville -> Curitiba


Aeropuerto de Floripa
Comenzamos nuestra semana vacacional madrugando y saliendo de casa para el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo. Esta vez, el aeropuerto parece otro, apenas gente y no tenemos retraso. Así que despegamos a la hora prevista y volamos hacia el aeropuerto Internacional de Florianopolis, pero no nos quedamos aquí, volveremos al final de nuestro viaje. El aeropuerto es de esos tan pequeñitos que te sueltan del avión y vas de paseo a la terminal. Pequeño pero agradable, así hay menos problemas de congestión aérea.

Alquilamos un coche y nos vamos camino de Curtiva, a unos 300 Kilómetros hacia el norte. Como 300 kilómetros son muchos, nos pasamos por Joinville donde paramos a comer. El viaje hasta Joinville lo hacemos por la costa y disfrutamos de las vistas y de las carreteras pegadas a la playa, un camino placentero en nuestro bolido, un VW Gol de esos que se abren con la mirada, sin aire acondicionado, sin dirección asistida, sin ABS y sin airbag. Parece mentira que los hagan así y los vendan, pero esto es Brasil. Este coche en España no se vendería pero aquí triunfa cosa mala. Por las carreteras me atrevería a asegurar que la tercera parte de los coches son Goles.


Paseo de las Palmeras
En Joinville disfrutamos de un almuerzo y antes de seguir el camino damos unas vueltas por ahí, vemos que es muy tranquilo y que casi no hay un alma por la calle. Aún así seguimos el paseo y vemos una catedral fea con malicia y un paseo con unas palmeras altísimas. El paseo de las Palmeras lo llaman en un alarde de originalidad. Antes de marchar para Curitiba queríamos ver la bahía desde un mirador elevado pero tras intentar llegar resulta que está en obras y no se podía acceder. El acceso al mirador comienza en un parque donde nos dimos cuenta que estaba todo Joinville. Cantidades ingentes de Joinvilleses disfrutaban de un día soleado de domingo en el parque y claro, los accesos al mismo estaban más que colapsados y tuvimos que hacer maniobras titánicas con el coche sin dirección asistida. Como no había mirador, fuimos a ras de agua pero tampoco había mucho que rascar, tiramos unas fotos y para Curitiba.
Joinville, city
Joinville, docks
Esta vez la carretera ya no era por la costa, teníamos que subir a más de 900 metros de altitud. Camino a esta ciudad disfrutamos de lo lindo por carreteras de tres carriles en las que los tres estaban ocupados por camiones adelantándose unos a otros de una forma loca y desconsiderada. El método de conducción brasileiro es, mantente al máximo en el carril de la izquierda y esquiva camiones. Y no olvides estar atento a las retenciones espontáneas. Como aquí conducen de esa manera no es extraño que de vez en cuando haya una retención sin motivo aparente que se diluye casi tan rápido como aconteció.
En carretera hacia Curitiba
Llegamos sanos y salvos a Curitibay la primera impresión que nos causó fue de una ciudad diferente. Los accesos, los suburbios, todo está limpio y muy bien cuidado. Calles anchas con carreteras en muy buen estado. Sin papeles ni porquerías en el suelo, aquí hace unos años hicieron un gran trabajo para dotar a la ciudad de una calidad de vida que nada tiene que ver con lo que conocíamos de Sao Paulo. También es más pequeña, unos 2 milloncejos de habitantes pero podía ser peor. Llegamos al hotel que está en el centro de la ciudad, en la parte antigua. Desde ahí dimos un breve paseíto de ida y vuelta a la calle de las Flores porque, aunque segura, no tenemos todavía la confianza necesaria para salir a pasear de noche por ahí. Y, aunque ciudad segura, la droga está por todas partes, como dijo el recepcionista del hotel, y la policía se retira a las 18:00.

El hotel es el Garden Curitiba. No está mal, es pequeño y bastante acogedor. La habitación es funcional y tiene de todo lo necesario, TV por cable e internet. La mayor pega se la pongo al agua caliente, es tímida y le cuesta salir. Es muy tímida en realidad pero cuando sale ya se queda contigo. El desayuno buffet (como descubrimos por la mañana) no es grandioso pero no falta nada así que en ese aspecto le damos un aprobado.

No pasa nada, tenemos más días para conocer Curitiba.

El lunes nos madrugamos para ir de excursión al parque estadual Vila Velha que tiene unas formaciones rocosas (conocidos como los Arenitos) bien curiosas. La erosión ha modelado esculturas en roca arenosa y, algunas, realmente bien. El parque está a unos 90 kilómetros de Curitiba y, tras pagar un par de peajes, se llega sin problemas porque las carreteras están muy bien, doble carril y no tanto tráfico como el que tuvimos para llegar a Curitiba.
La cara de alguien
En el parque nos proyectan un pequeño documental sobre el parque donde nos dicen cómo se formó y lo que podemos y no podemos hacer en él. Tras eso nos montamos en un bus y una guía nos conduce a nuestro numeroso grupo de 4 personas entre esas formaciones tan llamativas. Por lo visto, hace unos años el parque era de acceso público pero se dieron cuenta que el ser humano es capaz de modelar las rocas en algo menos del tiempo que le lleva hacerlo a la naturaleza... y por lo menos ésta no firma en las rocas ni pone  fechas. Me alegro de esa decisión y espero que conserven mucho tiempo el parque y que ojalá se tomara nota y se hiciera lo mismo en muchos otros, en muchos países.
Ascensor / Descensor
Tras disfrutar de rocas esculpidas nos vamos a ver agujeros en el suelo (las típicas simas de toda la vida,  aquí llamadas Furnas) y, aunque las fotos que les hicimos no les hacen justicia, son espectaculares. La primera que vemos tiene un ascensor traído de Europa con el que hasta hace unos años descendían al fondo de la sima, bueno, al fondo no, al agua. Porque éstos agujeros están cubiertos de agua. Son unos cilindros escavados en la roca por efecto de las lluvias que tienen una profundidad vertical de unos 100 metros y la mitad cubierta de agua. El ascensor, aunque un ingenio mecánico moderno, le da un toque curioso que me gustó. Ahora, por lo visto, no lo pueden desmontar porque se cargarían el suelo y el agujero y ahí se quedará ad eternum.
El copón
También nos dimos un paseito por la Laguna Dorada, formación natural por efecto de las acumulaciones de un río que por allí pasa y que tiene un agua cristalina a más  no poder. El nombre lo recibe por los reflejos del agua a cierta hora de la tarde, que son como... dorados.
Laguna Dorada
De vuelta a Curitiba nos damos unas vueltas por la calle de las Flores, la plaza Tiradentes, la calle más antigua de la ciudad y nos acercamos al ojo de Niemeyer (museo Niemeyer) que es espectacular. Total que se nos ha echado el día encima y oscurece.... hora de las brujas así que fin del turismo activo y nos vamos al cultural: Nos acercamos a un centro comercial ya que también hay que gozar del deporte favorito en las grandes ciudades que es el paseo en centro comercial.





Vista desde el parque de Hansel y Gretel
El último día en Curitiba aprovechamos para coger el autobús turístico y conocer otros rincones de por aquí, aunque muchos de los lugares del centro ya los teníamos pateados días anteriores. Lo bueno del autobús es que te lleva a sitios un poco más alejados y encima te da perspectiva elevada.


Del paseo por otros lugares me gustaría destacar el parque de Hansel y Gretel que tiene una cabaña donde cocinan niños. Ah! Nooooo, lo que hacen ahí es contar cuentos a niños. Además, tiene un mirador que deja ver bastante bien el skyline de Curitiba.

El parque ucraniano
Otro parque que me sorprendió y gustó mucho es el de los ucranianos. Tiene unas construcciones enteramente de madera, una iglesia, un campanario que están muy bien. La iglesia además tiene un museillo dentro que es gratuito con un montón de piececillas de cerámica en forma de huevo. Como la que hay en el jardín.

Eso por ahora, nos gustó Curitiba y merece que volvamos para conocer los parques de la ciudad que nos dejamos muchos por ver.


A continuación una pequeña muestra fotos de rincones de la ciudad, que me da pereza escribir más:


Vascos en todas partes

El ojo que todo lo mira

Las torres gemelas del centro

Tranvía-biblioteca





lunes, 6 de agosto de 2012

De churrascos y playas

Hay sangría
 Brasil es bastante conocido por muchas cosas, no las voy a adelantar todas más hay un par de ellas que creo que saltan a la mente en cuanto se pregunta uno lo más típico de Brasil. Las playas y las carnes a la brasa.
Pues bien, el finde pasado disfrutamos de ambas dos. Por una parte celebramos tres cumpleaños con una churrascada hogareña en las instalaciones de una comunidad de propietarios de un edificio.El día anterior fuimos a comprar las carnes y las bebidas, porque en un churrasco se practica tanto el comercio y como el bebercio.
El sábado a las11:30 de la mañana comenzó todo, se mezcló la sangría, la cerveza con moscatel (los portugueses de la fiesta nos aseguraron que es bebida típica en Portugal) y las caipiriñas y, mientras tanto la carne se iba calentado en la brasa. Estuvimos practicando las dos disciplinas arriba mentadas hasta muy 
Cunpleaños a tres bandas
tarde y muy a gusto, hasta la hora de la tarta de las cumpleañeras. Al final tocó marchar con pesar de estómago para casa. Pero el día siguiente teníamos plan así que no nos fuimos pesarosos de espíritu.

El domingo madrugamos para ir a la playa, a una de las más cercanas de Sao Paulo. Fuimos a Guarujá, a la playa de Enseada. Cogimos el coche y carretera hacia la costa, descender de 800 m a 0m y llegar a la playa. En la capital hacía un sol justiciero y madrugador pero según íbamos llegando a la playa cada vez estaba más nublado. Eso no impidió que disfrutáramos de las vistas de la costa desde las alturas antes de entrar en los túneles que hay en la bajada hacia la costa. Impresionantes vistas, solo por eso ya mereció la pena el paseo.


La playa estaba desierta.
La playa era estupenda, inmensa, con arena finísima que al pisarla sonaba y daba la misma sensación que cuando se pisa nieve blandita recién caída. Desafortunadamente el tiempo no acompañaba nada, nublado, con mucho viento y acabó lloviendo así que tuvimos que hacer visitas a los chiringuitos playeros y darnos al pescaíto frito que no estaba nada mal, y se agradece después de las dietas carnívoras capitalinas.
La playa y alrededores daban una sensación de seguridad muy agradable así que disfrutamos de nuestros paseos con mucho gusto antes de volver a por el coche.


Al coger el coche vimos que habíamos sido, por fín, víctimas de un hurto y es que, si se viene a Brasil y no se tiene un hurto es como no haber estado. Entraron en el coche, un Fiat Uno, y se llevaron la radio. Un trabajo muy limpio y elegante. Más tarde, al poner la denuncia nos confirmaron que este coche y el WV Gol, sí Gol, no Golf, se abren sin llave con solo mirarlos. ¡Bueno es saberlo!

Pescaíto fríto
La vuelta a casa fue más aburrida por no tener radio pero descubrimos la famosa niebla de montaña porque subimos otra vez al altiplano casi sin ver nada. 

Volveremos a la playa en otra ocasión en que no esté nublado.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Del lenguaje sexista

Hoy no voy a contar ninguna aventura excepcional ni nada parecido. En mis clases de portugués hablando un poco con la profesora (Olá, Monica!) sobre asuntos mundanos, hemos llegado al espinoso asunto del lenguaje sexista y me ha comentado que me iba a mandar un escrito muy gracioso relacionado con esto. Y es que en portugués la palabra Presidente es válida tanto para el género masculino como para el femenino, es decir, es de género neutro. ¿Os suena? Todo viene muy bien explicado en el texto que reproduzco a continuación que, aunque en portugués creo que se entiende muy bien por las similitudes con el castellano.

"SUA EXCELÊNCIA, A SENHORA PRESIDENTA DILMA" 
Agora, o Diário Oficial da União adotou o vocábulo presidenta nos atos
e despachos iniciais de Dilma Rousseff.
As feministas do governo gostam de presidenta e as conservadoras
(maioria) preferem presidente, já adotado por jornais, revistas e
emissoras de rádio e televisão, afinal os veículos de comunicação têm a
ética de escrever e falar certo.
* * *
Na verdade, a ordem partiu diretamente de Dilma: ela quer ser chamada
de Presidenta. E ponto final.
Por oportuno, vou dar conhecimento a vocês de um texto sobre este
assunto e que foi enviado pelo leitor Hélio Fontes, de Santa Catarina,
intitulado “Olha a Vernácula"
Vejam:
No português existem os particípios ativos como derivativos verbais.
Por exemplo: o particípio ativo do verbo atacar é atacante, de pedir é
pedinte, o de cantar é cantante, o de existir é existente, o de
mendicar é mendicante.
Qual é o particípio ativo do verbo ser? O particípio ativo do verbo ser é
ente.
Aquele que é: o ente. Aquele que tem entidade.
Assim, quando queremos designar alguém com capacidade para exercer a
ação que expressa um verbo, há que se adicionar à raiz verbal os
sufixos ante, ente ou inte. Portanto, à pessoa que preside é
PRESIDENTE, e não "presidenta", independentemente do sexo que tenha.
Se diz capela ardente, e não capela "ardenta"; se diz a estudante, e
não "estudanta"; se diz a adolescente, e não "adolescenta"; se diz a
paciente, e não "pacienta".
Um bom exemplo seria:
"A candidata a presidenta se comporta como uma adolescenta pouco
pacienta que imagina ter virado eleganta para tentar ser nomeada
representanta. Esperamos vê-la algum dia sorridenta numa capela
ardenta, pois esta dirigenta política, dentre tantas outras suas
atitudes barbarizantas, não tem o direito de violentar o pobre
português, só para ficar contenta."
Assim ela pareceria mais inteligenta e menos jumenta.


En respuesta a este texto yo le  he mandado uno de los geniales artículos de Arturo Pérez Reverte; Las miembras y los miembros que tiene en su web oficial y que ya publicó en el año 2005 en El Semanal.

Mientras releía el texto me ha hecho mucha gracia que, antes que Bibiana Aido, Pérez Reverte ya "propuso" la palabra miembra. Así que el tirón de orejas a él por dar malas ideas.

Y es que vivimos una época en la que lo políticamente correcto parece que prima y hay que expresarse de forma rebuscada para no asustar a la masa borreguil.