lunes, 6 de agosto de 2012

De churrascos y playas

Hay sangría
 Brasil es bastante conocido por muchas cosas, no las voy a adelantar todas más hay un par de ellas que creo que saltan a la mente en cuanto se pregunta uno lo más típico de Brasil. Las playas y las carnes a la brasa.
Pues bien, el finde pasado disfrutamos de ambas dos. Por una parte celebramos tres cumpleaños con una churrascada hogareña en las instalaciones de una comunidad de propietarios de un edificio.El día anterior fuimos a comprar las carnes y las bebidas, porque en un churrasco se practica tanto el comercio y como el bebercio.
El sábado a las11:30 de la mañana comenzó todo, se mezcló la sangría, la cerveza con moscatel (los portugueses de la fiesta nos aseguraron que es bebida típica en Portugal) y las caipiriñas y, mientras tanto la carne se iba calentado en la brasa. Estuvimos practicando las dos disciplinas arriba mentadas hasta muy 
Cunpleaños a tres bandas
tarde y muy a gusto, hasta la hora de la tarta de las cumpleañeras. Al final tocó marchar con pesar de estómago para casa. Pero el día siguiente teníamos plan así que no nos fuimos pesarosos de espíritu.

El domingo madrugamos para ir a la playa, a una de las más cercanas de Sao Paulo. Fuimos a Guarujá, a la playa de Enseada. Cogimos el coche y carretera hacia la costa, descender de 800 m a 0m y llegar a la playa. En la capital hacía un sol justiciero y madrugador pero según íbamos llegando a la playa cada vez estaba más nublado. Eso no impidió que disfrutáramos de las vistas de la costa desde las alturas antes de entrar en los túneles que hay en la bajada hacia la costa. Impresionantes vistas, solo por eso ya mereció la pena el paseo.


La playa estaba desierta.
La playa era estupenda, inmensa, con arena finísima que al pisarla sonaba y daba la misma sensación que cuando se pisa nieve blandita recién caída. Desafortunadamente el tiempo no acompañaba nada, nublado, con mucho viento y acabó lloviendo así que tuvimos que hacer visitas a los chiringuitos playeros y darnos al pescaíto frito que no estaba nada mal, y se agradece después de las dietas carnívoras capitalinas.
La playa y alrededores daban una sensación de seguridad muy agradable así que disfrutamos de nuestros paseos con mucho gusto antes de volver a por el coche.


Al coger el coche vimos que habíamos sido, por fín, víctimas de un hurto y es que, si se viene a Brasil y no se tiene un hurto es como no haber estado. Entraron en el coche, un Fiat Uno, y se llevaron la radio. Un trabajo muy limpio y elegante. Más tarde, al poner la denuncia nos confirmaron que este coche y el WV Gol, sí Gol, no Golf, se abren sin llave con solo mirarlos. ¡Bueno es saberlo!

Pescaíto fríto
La vuelta a casa fue más aburrida por no tener radio pero descubrimos la famosa niebla de montaña porque subimos otra vez al altiplano casi sin ver nada. 

Volveremos a la playa en otra ocasión en que no esté nublado.

4 comentarios:

  1. Que pasa Txo! Te vas hasta Brasil para hacer lo mismo que el Cadiz???? Anda que... Sí, sí... Lo que tú quieras: que si el altiplano (lo mismo que Altube, lo mismo... con su niebla y su lluvia...) Si es que...
    Pues eso... Que la próxima vez utilices tu super movil para ver el tiempo en la costa... :p

    ResponderEliminar
  2. Como siempre, tus reflexiones son tan ciertas como la vida misma... pero en Altube no hablan Brasileño y en Cádiz creo que tampoco (porque no los entiendo muy bien).
    No obstante, my friend, intentaré consultar el tiempo antes de salir de casa.
    Cuídate por esas tierras que enseguida llega Septiembre :D

    ResponderEliminar
  3. Q por fin hemos sido victimas de um hurto? Ese POR FIN tiene pecado!! Claro q tu te livraste de lá parte de pobre lá denuncia para q lá empresa de alquiler nos diese OTRO Fiat Uno com radio
    Si los tramites para algo tan simple llevaron tanto tiempo, no me imagino para otro tipo de delito, y prefiero asi!

    ResponderEliminar
  4. por cierto q mas compras en el atacado se merecen capitulo aparte!!

    ResponderEliminar