Incursión al centro.
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¿Ves la jirafa? |
Esta mañana nos hemos acercado al centro histórico de Sao Paulo. Queríamos ir en autobús pero después de esperarlo más de 40 minutos y el pollo sin aparecer, hemos pillado un taxi.
El objetivo inicial no era otro que ir al barrio japonés para echarle un buen vistazo. Casualmente, hoy domingo había mercadillo y estaba atestado de gente cosa que no ha impedido que hayamos podido echarle un buen vistazo a los alrededores. Hemos recorrido una calle o dos, tampoco mucho más. Conociendo la longitud de las calles de Sao Paulo decir dos calles puede significar hacer muchos kilómetros así que nada de juzgarnos, ¿eh?
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El barrio japonés y sus farolas |
El barrio japonés tiene unas farolas peculiares que te hacen ver que estás en un barrio diferente no solo porque todos los rasgos son orientales y porque hay cientos de restaurantes asiáticos, chinos vendiendo en la calle y demás. Gracias a esas farolas, ¡de noche se ilumina el barrio! Qué novedad. Pero es cierto.
Bromas a parte, había gente vendiendo cosas en la calle, una de esas cosas eran los típicos postes que encuentras en los restaurantes chinos de España. Esos postes que son el colmo de la horterada y que nadie en su sano juicio pondría en casa pero que todo el mundo acepta en los restaurantes chinos.
Después de darnos un par de vueltas por ahí bajamos un poco y fuimos a ver la catedral de Sao Paulo, que es impresionante. Muy limpia, alta y espaciosa. Tiene una bonita plaza enfrente.
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La catedral por fuera |
La pega de todo esto es que el centro histórico de Sao Paulo está lleno de gente sin techo y con bastante mala pinta, tanto que resulta incómodo pasear por ahí. Es una de las zonas menos seguras de la ciudad aunque si no haces ostentación no pasa nada. Hay bastante policía vigilando.
Después de pasar por esta zona volvimos al barrio japonés y comimos en.... ¡un japonés! Sí. Estaba bueno y bastante buen precio. De hecho nos cogimos una tarjeta de fidelidad que después de rellenar (habiendo comido 40 veces) nos dará para un plato por la patilla.
La vuelta la hicimos en bus para conocer el transporte público. 3 reales per testa y te ganas un viaje kilométrico por las calles de Sao Paulo.
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La catedral por dentro |
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La plaza de la catedral |
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Vista de la ciudad desde el barrio japonés |
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