jueves, 23 de febrero de 2012

Amanecer desde el balcón.
Parece que vamos a tener que esperar unos días más para que nos den el piso. Afortunadamente el propietario lo quiere alquilar y solo falta la firma del apoderado de la empresa que nos ha traído aquí.
Tengo ya unas ganas locas de tener un lugar fijo donde dejar tiradas mis cosas. Eso de tener que recogerlas todos los días para que cuando hagan la habitación no vuelen es un incordio, tanto que tenemos todavía muchas cosas sin sacarlas de las cajas.


A parte de esto, me apetece un montón hacerme la comida y comer en casa, tanto tiempo tirando de restaurante es bastante pesado. El apartamento que tenemos, aunque tiene cocina, solo tiene un microondas, una nevera y una cafetera como representantes de electrodomésticos y eso no es suficiente para sobrevivir. Alguna vez sí que podemos comer una ensalada pero el no poder hacer una tortilla de patatas... uhmmmm. Seguro que cae alguna en cuanto tengamos cocina. Solo falta comprar los ingredientes baratos: huevo, cebolla, patata... porque el aceite me lo he traído de España. Aquí el aceite cuesta 4 veces más que allí y eso duele bastante el bolsillo. Eso sí, hay otros varios tipos de aceite que habrá que ir probando para ver cual es el mejor para cada plato.
La cocina y el despacho, con las cajas al fondo.

1 comentario: